El otro día recapacitaba en lo complejos que somos, no ya solo como especie sino como seres individuales únicos, especiales y magníficos en nuestra plenitud -aunque debo de admitir que en contados casos me llego a asombrar de que realmente fuera el mejor espermatozoide el que engendrara ciertos seres- La cuestión es que si nuestro cerebro tiene más conexiones sinápticas que estrellas tiene nuestra galaxia ¿Cómo pretendemos tener relaciones sencillas y fáciles?
Es agotador tener que ponerse en el lugar de otra persona, porque las cosas que a mi no me molestan pueden molestarle a ella y viceversa. ¿Es algo que esté dentro de nuestro radio de acción controlar eso? pues claro que no, es un gasto de energía inútil que puede ser aplicada en otros gestos.
Por mi parte siempre he querido una relación de pareja fácil –¿y quién no? mira tú que espabilada la niña– pero no fue hasta que se lo comenté a mi psicólogo –argentino para más inri– y se me echó a reír en la cara que me percaté de que a lo mejor eso que pedía era una quimera, como querer tener un unicornio en mis establos –a ver, psicólogo tengo pero hasta establos ya no llego…-XD
Llevo ya más de un año con un chico, la relación no ha sido nada fácil, él es muy especial y yo, pues soy yo…así que junta el hambre con las ganas de comer y te da una combinación explosiva. La películas Disney ya se ocuparon de que siempre pensara que las cosas tienen que ser maravillosas desde el principio –este post lo resume, da asco de lo guay que es es lo que muchas esperamos a cada vuelta de esquina– pero no, la realidad suele ser otra y esta la excepción que confirma la regla. Es ahora después de tantos altibajos y charlas profundas que por fin empiezo a sentirme muy cómoda y ver esta relación como algo más duradero, pero si me hubieses preguntado seis meses atrás no hubiese dado un duro por este chico…
¿Cuál es el secreto? Ajustarse, mucha comunicación, cero dramas, las cosas se pueden conseguir sin recurrir a chantajes emocionales, saber definir muy bien tus límites y sobre todo centrarse en todos los puntos fuertes que te gustan de tu pareja…que es que somos muy de engancharnos a lo negativo y rumiarlo durante horas…Imagina que la otra persona hiciera lo mismo. Estaríamos más solos que la una…más si cabe porque no hay peor soledad que la compartida.
¿Qué hay de ti?¿Has conseguido una tregua en tus relaciones alguna vez? Hacía mucho que no cotilleaba en tu vida, anda dame el gusto…
